miércoles, 12 de mayo de 2010

NOTICIAS ANTIGUAS DE CÁDIAR.

Fuente: libro de visitas de cadiar-alpujarra.com


Revisando algunas noticias antiguas de nuestro pasado, uno llega a la conclusión de que no siempre nuestro pueblo fue un remanso de tranquilidad, sosiego y paz.
Como en todos sitios, en nuestro pueblo se vivieron momentos, sucesos y episodios dramáticos e inquietantes, que marcaron la actualidad del momento.

Inevitablemente o "afortunadamente" (según se mire), estos sucesos con el inexorable paso del tiempo se fueron difuminando en la memoria colectiva de los vecinos hasta llegar a olvidarse por completo. Pero no estaría de más, realizar una mirada retrospectiva y recordar algunas de esas noticias, que sin duda alguna forman parte de nuestro pasado, y que hoy contemplamos desde la distancia con cierta curiosidad y perplejidad:

Tal día como hoy ("11 de mayo") pero del año 1883 el diario "La Vanguardia" publica la siguiente crónica:

"Hace pocas noches, según dice La Lealtad de Granada, unos bandoleros, aparentando ser guardias civiles, llamaron a la puerta del cortijo que posee en el término de Cadiar doña María Luisa Arenilla. Esta dio á su criada orden de abrir, y entrándose los bandoleros en el cortijo despojaron de sus alhajas a la señora, obligándola, por la fuerza, á entregar todo el dinero que en su poder tenía. A fin de imponerse por el terror encendieron una hoguera amenazando á la señora y á su hija con quemarlas vivas. Conseguido su propósito, se retiraron los ladrones. La guardia civil ha capturado á dos de ellos".

En ese mismo año, con fecha de 13 de enero, se publica también en el mismo diario la siguiente noticia:

"Un crimen espantoso se ha cometido en Cádiar, pueblo de la provincia de Granada".

"Dos mujeres casadas, el marido de una de estas y varios hijos del matrimonio, hallábanse en casa de los ancianos é impedidos padres de aquellas: entretenían la velada en proyectar otra de festejos para la víspera de Reyes. Era ya la noche muy entrada, cuando repentinamente se presentó un hombre en el tranquilo hogar de aquella familia, acometiendo, puñal en mano, á una de las mujeres que subió huyendo, las escaleras, á la vez que pedía socorro con grandes alaridos. La otra mujer, cuñada del agresor, quiso reconvenirle; pero este infirióle tan profunda herida en el pecho, que la infeliz espiró á los pocos instantes.

Continuando el asesino su salvaje empresa, hirió dos veces á la otra mujer, cuyo esposo vióse precisado á huir para escapar de una muerte cierta. En esto se apagó la luz y las tinieblas velaron aquel cuadro de horrores.

Las autoridades y la guardia civil, atraídas por el alboroto, se presentaron a tiempo de evitar crímenes mayores que los cometidos, y apresaron al matador conduciéndolo á la cárcel. Estaba borracho. El juez instruye el oportuno proceso".

Fuente de la Información: www.cadiar.com, hemeroteca de la Vanguardia.

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