sábado, 15 de mayo de 2010

MIRARÉ SI TENGO UN HUEQUECITO EN LA AGENDA.

Fuente: libro de visitas de cadiar-alpujarra.com
 

A este paso, es lo que van a terminar diciendo los niños de hoy en día.

Llama poderosamente la atención la cantidad de actividades extraescolares que se promueven para los más jóvenes. Hora en el Guadalinfo con la informática, gimnasia en el polideportivo con el monitor de deportes, clase de solfeo o música en la Academia, catequesis con el cura, clase de guitarra o bandurria con el grupo Al-cadi, clase de ingles con la profe nativa, taller de lectura en la biblioteca, etc., etc... Y luego cuando llegan a la casa, los deberes, un ratito de tele, otro de consola, la cena y a dormir.
Con esta agenda tan completita, me pregunto yo ¿de dónde sacan tiempo para jugar?

No es de extrañar que cuando le hablas a uno de estos jovencitos de los juegos de antaño pongan cara de marcianos.

¿Qué ha sido de aquellos juegos? ¿de la banderola, el pañuelo, los santos, el teje, la comba, el trompo, las canicas, el Boli, aquellos partidos de fútbol en tropel en plena calle y la nariz llena de mocos? Pues nada, que todos esos juegos y vivencias que forman parte de los recuerdos de "los de treintaitantos para arriba" duermen en el sueño de los justos, una lástima, porque los niños de hoy en día estarán muy bien formados pero me temo que a este paso terminarán corriendo como gansos mareados y confundiendo una piedra con una pelota.

No hay comentarios: