lunes, 26 de octubre de 2009

LA ALPUJARRA MISTERIOSA.

Fuente: libro de visitas de cadiar-alpujarra.com
 
 


Escribía Washington Irving, allá por 1832:

"El pueblo español ama la fantasía y narra, a la manera oriental, historias maravillosas. En las noches de verano se agrupan en las puertas de sus casas o al alrededor de las grandes y profundas chimeneas de las ventas, durante el invierno, escuchan con verdadero deleite las leyendas de santos, las aventuras de los viajeros y las hazañas de los bandidos y contrabandistas.
A ello contribuye el abrupto aspecto del país en algunos parajes, la escasa difusión de la cultura, la escasez de temas interesantes de conversación y la aventurera y romántica vida que necesariamente se lleva en una tierra donde los viajes se realizan aún como antaño, aumenta esa inclinación por las narraciones de viva voz y a que, lo que contienen de increíble y extravagante, produzca un fuerte impacto en la mente."
IRVING, W. Cuentos de la Alambra.
S.A. de Promoción y Ediciones.
Club Internacional del Libro. Madrid, 1983. Pp 13.

Gerald Brenan en los años 30, nos decía:
"Solía entretenerme recogiendo coplas o canciones populares y anotando en un cuaderno creencias y costumbres de tipo folklórico. Puesto que ningún cuadro de la vida aldeana española resulta completo si carece de la narración de este tipo de cosas... "
BRENAN G. Al sur de Granada.
Siglo XXI de España Editores. Madrid, 1983

Y más tarde, Jean Christian Spahni (años 50), afirmó:
"A pesar de su apego a la Iglesia católica, los alpujarreños son supersticiosos. Sus miedos se traducen en la creencia en fantasmas, en buenos y en malos espíritus (duendes) que, por la noche, llaman a las puertas y ventanas, revuelven muebles y poseen el extraño poder de metamorfosearse en animales...

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