Fuente: libro de visitas de cadiar-alpujarra.com (infocadiar@gmail.com)
Mañana jueves, día 8 de octubre, comienza la feria del 2009. Durará hasta el día 11 domingo.
Mañana comienza la feria y un año más sucumbiremos a la algarabía, el bullicio y la alegría que recorrerá las calles de nuestro pueblo hasta el último rincón.
La feria de Cádiar se viene celebrando desde hace tiempo inmemorial, para trasladarse a sus orígenes habría que remontarse hasta el siglo XVII. En sus comienzos surgió como un referente comercial para la Comarca. La privilegiada situación geográfica de nuestro municipio y el carácter emprendedor de sus gentes favoreció el surgimiento de muchos comercios que abastecían no solamente a nuestro pueblo sino también a gran cantidad de cortijos y pueblos vecinos de la zona. En Cádiar había herrerías, talabarterías, fraguas, tabernas, molinos, alfareros, carpinterías, posadas, sastrerías, almazaras, negocios para la venta de tejidos, tiendas de ultramarinos, etc .
Pero sí por algo destacó en el pasado la feria de Cádiar, fue por su importante feria de ganado que conjuntamente con la de Baza era de las mas importantes de la provincia de Granada. Esta feria vivió su mayor etapa de esplendor a mediados del siglo pasado. En estos tiempos, eran muchos los feriantes y tratantes que convertían a Cádiar en el centro de sus transacciones comerciales. Manadas de ovejas, cabras, terneros que venían de la Sierra (Bérchules, Trevelez, Mecina, etc...), también había bastante ganado equino (burros, mulos, caballos), ganado porcino y aviar (pollos, pavos).
Según cuentan nuestros mayores el río se llenaba de toda clase de ganado en su margen izquierdo desde un extremo al otro. En todo ese trayecto se instalaban un buen número de ventorros, por aquello de que los tratos se hacen mejor con un vaso de vino en la mano.
Venían tratantes y marchantes de ganado de los lugares más insospechados, de pueblos vecinos, de pueblos de la provincia e incluso de fuera (de Valencia, Murcia, Jaén o Almería).
La feria se desarrollaba a lo largo de todo el pueblo, desde la plaza de la Iglesia hasta el Calvario. Los marchantes se hospedaban en las posadas (la "posada del cojo" en el mesón, la posada del Calvario, en casas de vecinos o donde encartara). La muchedumbre se adueñaba de todos los rincones del pueblo, y según cuentan, en los días fuertes de feria no se podía transitar por las calles con normalidad por la cantidad de gente que deambulaba de un lado para otro.
Las fiestas de entonces no estaban exentas de atracciones. Solían acudir a la llamada de la feria varios circos, algunos años había toros (o algo parecido) se construía una plaza de toros con palos ataos y puntillas, del que era bastante frecuente que se escapara el toro.
Venían también las típicas casetas de tiro y un "tío vivo" algo rudimentario, además de algún que otro columpio. El cine solía realizar varias sesiones extras y para esos días se reservaba alguna película de reconocido éxito. También eran tradicionales las carreras de cintas, suelta de globos, y otras cucañas o juegos para los más pequeños.
No podían faltar tampoco los tradicionales puestos de dulces (con su calabaza, sus turrones de almendra y miel, sus bizcochos y yemas), y por supuesto "la arquilla" de los garbanzos tostaos.
Por las noches se organizaban los típicos bailes, con la banda de música de Cádiar, con grupos de cuerda y con el paso de los años con orquestas. Una oportunidad para bailar agarrao.
En el año 1967 surgió otra iniciativa que ya ha quedado unida al devenir de la feria, "La fuente del vino". Ya explicamos anteriormente como surgió esta idea por lo que no vamos a redundar en el mismo tema.
Como vemos la feria siempre ha estado ahí. Es cierto, que con el paso de los años algunas cosas han cambiado mucho. Cádiar ya no tiene la importancia comercial que tenía en el pasado, la feria de ganado ya no es lo que era, (afortunadamente los tiempos han evolucionado, se han cambiado los mulos por coches y tractores, las cuadras y corrales por cocheras, y ya nadie suele criar ganado en sus casas). Pero a pesar de estos cambios que nos ha traído la modernidad, la feria, en su esencia, sigue siendo la misma. Una oportunidad para compartir ilusiones y alegrías.
La Comisión de Fiestas y el Ayuntamiento han trabajado mucho este año para ofrecernos una gran feria. En nuestra mano está disfrutarla y vivirla intensamente.
FELIZ FERIA A TODOS. Y como dicen en el libro "Nadie es forastero en Cádiar".
Mañana comienza la feria y un año más sucumbiremos a la algarabía, el bullicio y la alegría que recorrerá las calles de nuestro pueblo hasta el último rincón.
La feria de Cádiar se viene celebrando desde hace tiempo inmemorial, para trasladarse a sus orígenes habría que remontarse hasta el siglo XVII. En sus comienzos surgió como un referente comercial para la Comarca. La privilegiada situación geográfica de nuestro municipio y el carácter emprendedor de sus gentes favoreció el surgimiento de muchos comercios que abastecían no solamente a nuestro pueblo sino también a gran cantidad de cortijos y pueblos vecinos de la zona. En Cádiar había herrerías, talabarterías, fraguas, tabernas, molinos, alfareros, carpinterías, posadas, sastrerías, almazaras, negocios para la venta de tejidos, tiendas de ultramarinos, etc .
Pero sí por algo destacó en el pasado la feria de Cádiar, fue por su importante feria de ganado que conjuntamente con la de Baza era de las mas importantes de la provincia de Granada. Esta feria vivió su mayor etapa de esplendor a mediados del siglo pasado. En estos tiempos, eran muchos los feriantes y tratantes que convertían a Cádiar en el centro de sus transacciones comerciales. Manadas de ovejas, cabras, terneros que venían de la Sierra (Bérchules, Trevelez, Mecina, etc...), también había bastante ganado equino (burros, mulos, caballos), ganado porcino y aviar (pollos, pavos).
Según cuentan nuestros mayores el río se llenaba de toda clase de ganado en su margen izquierdo desde un extremo al otro. En todo ese trayecto se instalaban un buen número de ventorros, por aquello de que los tratos se hacen mejor con un vaso de vino en la mano.
Venían tratantes y marchantes de ganado de los lugares más insospechados, de pueblos vecinos, de pueblos de la provincia e incluso de fuera (de Valencia, Murcia, Jaén o Almería).
La feria se desarrollaba a lo largo de todo el pueblo, desde la plaza de la Iglesia hasta el Calvario. Los marchantes se hospedaban en las posadas (la "posada del cojo" en el mesón, la posada del Calvario, en casas de vecinos o donde encartara). La muchedumbre se adueñaba de todos los rincones del pueblo, y según cuentan, en los días fuertes de feria no se podía transitar por las calles con normalidad por la cantidad de gente que deambulaba de un lado para otro.
Las fiestas de entonces no estaban exentas de atracciones. Solían acudir a la llamada de la feria varios circos, algunos años había toros (o algo parecido) se construía una plaza de toros con palos ataos y puntillas, del que era bastante frecuente que se escapara el toro.
Venían también las típicas casetas de tiro y un "tío vivo" algo rudimentario, además de algún que otro columpio. El cine solía realizar varias sesiones extras y para esos días se reservaba alguna película de reconocido éxito. También eran tradicionales las carreras de cintas, suelta de globos, y otras cucañas o juegos para los más pequeños.
No podían faltar tampoco los tradicionales puestos de dulces (con su calabaza, sus turrones de almendra y miel, sus bizcochos y yemas), y por supuesto "la arquilla" de los garbanzos tostaos.
Por las noches se organizaban los típicos bailes, con la banda de música de Cádiar, con grupos de cuerda y con el paso de los años con orquestas. Una oportunidad para bailar agarrao.
En el año 1967 surgió otra iniciativa que ya ha quedado unida al devenir de la feria, "La fuente del vino". Ya explicamos anteriormente como surgió esta idea por lo que no vamos a redundar en el mismo tema.
Como vemos la feria siempre ha estado ahí. Es cierto, que con el paso de los años algunas cosas han cambiado mucho. Cádiar ya no tiene la importancia comercial que tenía en el pasado, la feria de ganado ya no es lo que era, (afortunadamente los tiempos han evolucionado, se han cambiado los mulos por coches y tractores, las cuadras y corrales por cocheras, y ya nadie suele criar ganado en sus casas). Pero a pesar de estos cambios que nos ha traído la modernidad, la feria, en su esencia, sigue siendo la misma. Una oportunidad para compartir ilusiones y alegrías.
La Comisión de Fiestas y el Ayuntamiento han trabajado mucho este año para ofrecernos una gran feria. En nuestra mano está disfrutarla y vivirla intensamente.
FELIZ FERIA A TODOS. Y como dicen en el libro "Nadie es forastero en Cádiar".
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